Fondos de Inversión de Renta Fija

Debido a la grave crisis económica que atraviesan los mercados financieros de todo el mundo, muchos clientes que se dedican a la inversión de su capital personal optan por no arriesgar y apostar sobre seguro. Para este perfil de inversor, la mejor opción es el fondo de inversión de renta fija. Con este tipo de fondos el cliente se garantiza que al menos no va a perder toda la cantidad invertida.

Hay que matizar que en los fondos de inversión de renta fija sí que se puede llegar a perder dinero ya que no se garantiza un rendimiento fijo de la operación. Lo que no varía son las cantidades de la inversión y esta situación puede crear pérdidas en el inversor en el caso de tener que vender su participación.

Dentro de los fondos de inversión de renta fija, existen varios tipos. Los más solicitados y utilizados por los inversores son:

• FIAMM: Hacen referencia a los Fondos de Inversión de Activos del Mercado Monetario. En este tipo de de fondo de inversión se dedican a invertir tan solo en títulos de renta fija bien sea de carácter privado o público. Son de fondos de inversión que no superan los 3 años y se pueden subdividir en; Letras del tesoro, pagarés de empresa y bonos entre otros.
• FIM: Son los Fondos de Inversión Monetaria de renta fija. En este tipo de fondo de inversión el dinero se invierte en la adquisición de deuda pública, de bonos, de pagarés de empresa y de obligaciones. La peculiaridad que poseen es que todos ellos cotizan en mercados financieros organizados.

Dependiendo de la duración de los fondos de inversión a renta fija, podemos clasificarlos en dos tipos:

• A corto plazo: Un fondo de inversión de renta fija será considerado de corto plazo siempre y cuando no supere los 2 años de duración entre el comienzo del proceso de inversión y el momento en que se “arrojan” los dividendos entre los inversores participantes.
• A largo plazo: Un fondo de inversión de renta fija será considerado de largo plazo siempre y cuando supere los 2 años de duración entre el comienzo del proceso de inversión y el momento en que se “arrojan” los dividendos entre los inversores participantes.

La rentabilidad de los fondos de inversión de renta fija está estrechamente ligado al tipo de interés que imponga la entidad financiera con la que realiza la inversión y del vencimiento medio de las participaciones de la cartera del fondo. Para comprenderlo sin ningún tipo de complicación diremos que, si suben los tipos de interés, disminuirá la rentabilidad del fondo de inversión. En el caso de que los tipos de interés disminuyan, aumentará la rentabilidad del fondo de inversión. Por tanto, tipo de interés y rentabilidad están estrechamente ligados. El problema que plantea este tipo de fondo de inversión es que podría darse la situación en la que un aumento muy agresivo en el tipo de interés podría provocar que nuestro fondo de inversión tuviera rentabilidad negativa, aunque no suele ser lo más normal.

Por último cuando el cliente se decide por un fondo de inversión de renta fija ha de tener en cuenta un aspecto muy importante y es que, al menos un 1% de su rendimiento se va a marchar destinado a gastos administrativos y de gestión. El cliente ante cualquier acto fiscal ha de declarar como ganancias los posibles rendimientos económicos derivados de sus operaciones financieras siempre y cuando no superen los 15 años, momento en el que quedan exentas.

Muchos expertos señalan a los fondos de inversión de renta fija como una de las opciones más interesantes en la actual situación económica global debido a su bajo riesgo. Por orden de preferencia se recomiendan los siguientes fondos: monetarios, garantizados de renta fija, de renta fija europea a largo o corto plazo y de renta fija privada de calidad. Del mismo modo también se recomienda evitar los fondos de renta fija de alto rendimiento y los monetarios dinámicos cuya función es invertir el capital en bonos de empresas de baja calidad crediticia.