Tipos de Fondos de Inversión

Cuando el cliente se decide por participar e invertir su dinero en un fondo de inversión, entra en un nuevo mercado en el que se le abren multitud de oportunidades y opciones financieras. Las opciones más comunes dentro de los fondos de inversión se pueden clasificar en cuatro grandes grupos que se explican a continuación.

Fondos de inversión garantizados

Fondos de inversión garantizados, el origen de este modelo de fondo de inversión es el año 1994 tras las duras batallas que surgían entre los bancos por aumentar su cartera de clientes y así obtener más dinero.

Este tipo de fondo de inversión ofrece una rentabilidad mínima asegurada con lo que el cliente no va a perder en ningún momento dinero en su inversión. Por lo general se ofrecen rentabilidades que van desde 1 año hasta 10. Los fondos de inversión garantizados están especialmente destinado a aquellos clientes que no desean correr muchos riesgos con sus ahorros y prefieren obtener menos rentabilidad a cambio de tener seguros sus ahorros y no incurrir en pérdidas. Los fondos de inversión garantizados ofrecen la rentabilidad por anticipado y cuenta con una importante ventaja fiscal y es que en España los rendimientos derivados de operaciones financieras quedan exentos de impuestos pasados 15 años.

Una diferencia considerable respecto de un fondo de inversión normal es que dispone de unas fechas para la entrada y salida, es decir, no se puede acceder a él una vez haya comenzado el proceso de inversión y no se puede abandonar hasta la fecha fijada. Para evitar posibles abandonos por parte de los inversores, los bancos y entidades financieras se cubren las espaldas mediante altas comisiones de cancelación del fondo de inversión, de tal manera que si un cliente desea retirar su dinero de un fondo de inversón garantizado tendrá que abonar una fuerte penalización como compensación a la entidad. Por lo general se tratan de inversiones a medio y largo plazo, los expertos recomiendan que no superen los 5 años.

Fondos de inversión Renta fija.

Debido a la coyuntura económica actual, muchos personas buscan fondos de inversión seguros y para ellos se han creado los fondos de inversión de renta fija. Entre ellos se pueden distinguir dos grandes grupos:

• FIAMM: Son los Fondos de Inversión de Activos del Mercado Monetario y se dedican a invertir tan solo en títulos de renta fija bien sea de carácter privado o público. Se trata de fondos de inversión que no superan los 18 meses y se clasifican en ; Letras del tesoro, pagarés de empresa y bonos entre otros.
• FIM: Fondos de Inversión Monetaria de renta fija. En este caso el dinero se invierte en deuda pública, bonos, pagarés de empresa y obligaciones. Todos ellos con cotización en mercados organizados.

Cuando la inversión a renta fija es inferior a 2 años será considerado un fondo de inversión a corto plazo, mientras que si es superior a 2 años se considerará a largo plazo.

Fondos de inversión Renta variable

Los fondos de inversión de renta variable son aquellos en los que los inversores invierten sus ahorros en acciones de empresas que cotizan o no en bolsa. El término “variable” hace referencia a que las rentabilidades de las acciones dependen de los mercados financieros y sus fluctuaciones. El riesgo que ofrece este tipo de fondo de inversión se suele ver compensado con unas mayores rentabilidades que los fondos de inversión de renta fija.

Al depender fundamentalmente de las variaciones acontecidas en el mercado bursátil, este tipo de fondo de inversión se cataloga como “largo plazo” debido a que el inversor no tiene prisa por obtener liquidez a corto plazo. Exige una mayor dedicación y atención que cualquier otro tipo de fondo de inversión a renta fija ya que el cliente juega con una cartera de acciones determinada y su valor dependerá de las fluctuaciones del mercado bursátil.

Fondos de inversión mixtos

Los fondos de inversión mixtos son un tipo de fondo de inversión en el que el cliente diversifica aún más su riesgo invirtiendo un porcentaje de su capital en activos fijos y otra parte mayor en activos financieros variables. El hecho de elegir mayor cantidad de activos variables que de fijos es que los fijos dan una menor rentabilidad, mientras que los variables otorgan una mayor rentabilidad, acompañada de un mayor riesgo. Con los fijos se trata de compensar una eventual pérdida de los variables.